Las universidades, como espacios de reflexión y cambio, ofrecen la oportunidad de recordar y repensar el pasado colonial, y explorar nuevas formas de restitución que impliquen y respeten a los pueblos afectados por la colonización. Un entorno que permite cuestionar, precisamente, como un cráneo que formaba parte de un culto ancestral, acabó exhibiéndose en un espacio de la propia Universitat de Barcelona.
Más que una simple escultura, el biere es un objeto cargado de significado para los descendientes del pueblo fang, puesto que se trata de una figura ritual, guardiana de restos humanos, usada para invocar a los antepasados a través del culto a los muertos. Una práctica de gran significado para la comunidad fang. Este culto, conocido como melan, pasaba de generación en generación, formando parte esencial de la identidad cultural de este pueblo.
Jordi Sabater Pi y su colección
La figura del biere que acabó en la Universitat de Barcelona, llegó vía Jordi Sabater Pi, biólogo y etnógrafo que vivió en Guinea Ecuatorial entre los años 1940 y 1969, donde acumuló una importante colección de objetos etnográficos, incluido el mencionado cráneo. Sabater Pi es conocido por su implicación en la investigación y captura de animales, sobretodo por la llegada a Barcelona del famoso gorila Copito de Nieve, pero también fue una figura central en un capítulo mucho menos publicitado: el estudio y la recolección de objetos de cultura material del continente africano. La adquisición de objetos, implicó también el suministro a Europa, incluida Cataluña, de una gran cantidad de objetos culturales que pertenecían a los pueblos africanos.
La llegada de estos objetos a Europa se explica por el contexto colonial de la época. En la década de 1920, bajo el gobierno de Miguel Núñez de Prado, las autoridades coloniales y los misioneros claretianos iniciaron una represión contra la cultura del melan, considerándola salvaje e intentando suprimirla por medio de la destrucción de varios objetos sagrados del pueblo fang. Pero, paradójicamente, estos objetos “malditos” fueron los que despertaron mayor interés entre los coleccionistas de arte africano, como Sabater Pi. Para ellos los bieres representaban un fragmento auténtico de la cultura fang, una representación de los que ellos consideraban arte africano.
El Fondo Jordi Sabater Pi fue formalmente cedido a la Universitat de Barcelona en un acto de reconocimiento realizado en el Parque Científico de Barcelona en abril del año 2000. En aquel momento, Sabater Pi se encargó personalmente de la catalogación de la colección, una tarea que realizó con el acompañamiento de su secretaria. Cada día, incluso en los últimos años de su vida, cuando ya se desplazaba en silla de ruedas, Sabater Pi acudía personalmente a la Universidad para catalogar los objetos, así como otras piezas etnológicas de su vasta colección. Estas tareas continuaron hasta su muerte en 2009.
La colección incluye más de 1.500 dibujos y acuarelas, 5.500 documentos manuscritos, un amplio epistolario, fotografías, diapositivas, videos y una gran variedad de objetos etnológicos de África, como los biere. Además de los materiales de temáticas etnológicas y primatológicas, también se encuentran fondos dedicados a la etnografía, botánica, filosofía, historia y psicología. La colección es un reflejo de la dedicación de Sabater Pi a la investigación y la preservación del patrimonio cultural y natural africano.
La retirada del biere Essik-Melan y su conservación actual
Actualmente, la colección de Sabater Pi se conserva en una sala cerrada a la primera planta del CRAI de la Universidad, donde solo se puede acceder acompañado por una de las bibliotecarias. En la sala, se pueden ver varios elementos de la colección, incluyendo retratos de Sabater Pi y algunas de sus obras gráficas. La vitrina principal de la sala contiene varios esqueletos de animales, como la rana goliath, y otros objetos etnológicos que forman parte de esta colección. En el pasado, el biere también se exhibía en este mismo espacio.
El biere fang, conocido como Essik-Melan, fue retirado de la exposición de la Biblioteca de la Universitat de Barcelona en febrero de 2022 por una decisión del Vicerrectorado de Patrimonio y Actividades Culturales. Esta acción comportó que la figura fuese retirada para su restauración y conservación a un espacio cerrado. Actualmente, se conserva en una caja de conservación en la misma sala dedicada a la colección de Sabater Pi, con el objetivo de evitar su exposición pública.
Este biere, que una vez fue considerado objeto sagrado dentro del culto melan, acabó siendo una pieza descontextualitzada y exhibida como un elemento exótico en un espacio académico. Esta transición de valor cultural a valor de colección manifiesta como las dinámicas coloniales permitieron el expolio de patrimonio cultural y su posterior reconfiguración en el marco de un discurso académico occidental. Además, refleja cómo el pasado colonial continúa presente en las instituciones europeas y sus archivos.
El futuro de las colecciones etnológicas: restitución y responsabilidad
La retirada del biere genera preguntas sobre la manera en que se gestiona este patrimonio cultural en un contexto universitario. A pesar de que la Universitat de Barcelona conserva la colección, los derechos de explotación de estos objetos siguen en manos de la familia de Sabater Pi. Esto genera un conjunto de complicaciones en la coordinación de exposiciones y consultas, con un acceso restringido para los usuarios e investigadores que deseen estudiar estos objetos.
El futuro de estos objetos continúa siendo incierto, y su gestión continúa siendo un tema de debate. La Universidad tiene la responsabilidad de conservarlos adecuadamente, pero también se suscitan cuestiones sobre un posible retorno a los pueblos originarios o su restitución en el marco de un proceso de reparación de las dinámicas coloniales.
Este caso documenta no solo el viaje de un objeto de valor cultural a través del tiempo y el espacio, sino también la evolución de su percepción y gestión, así como las implicaciones morales, éticas y legales que rodean su exhibición en un contexto universitario. La reflexión sobre el significado de estos objetos para las comunidades de origen y la forma en que son tratados en los museos y universidades continúa siendo una tarea de responsabilidad y sensibilidad por parte de las instituciones culturales.