El Museu de la Pell de Igualada y Comarcal de la Anoia tiene sus orígenes en el Museo de la Ciudad, inaugurado en 1949 por iniciativa del Centro de Estudios Comarcales de Igualada. En ese mismo equipamiento, y con el apoyo de los curtidores, en 1954 se abrió una sección dedicada a la piel, una industria muy arraigada en toda la comarca. Este fue el germen del actual museo comarcal, que ha pasado por varias sedes y modelos de gestión.
El contexto en que se creó dicha institución coincide con el impulso de muchas colecciones coloniales en los museos catalanes. En este sentido, la figura de Jordi Sabater Pi es central para la comprensión de dicha dimensión, ya que fue él quien promovió la creación de una sección colonial a raíz de su colaboración estable con el museo desde el año 1955.
De este modo, fue Sabater Pi quien envió las diversas pieles que forman el grueso de la colección guineana del museo. En la actualidad, la institución cuenta con ciento diez piezas de origen africano diverso, sobre todo de Marruecos, Guinea, Senegal o Etiopía.
